Electroterapia

Qué es la electroterapia

Es la aplicación de la electricidad con fines terapéuticos mediante electrodos, solenoides y cabezales, directamente sobre la piel del paciente, en aplicación subacuática o a cierta distancia. Es todo el aparataje utilizado para transmitir los diferentes tipos de corrientes al paciente.

 

¿Para qué sirve la electroterapia?

El fisioterapeuta utilizará los diferentes tipos de corrientes dependiendo del efecto que se desee obtener en cada fase de la evolución de la patología a tratar. Por ejemplo en una fase aguda interesa más utilizar un tipo de corriente analgésica o en fase subaguda a lo mejor interesa potenciar la musculatura con corrientes excitomotoras.

Electroterapia

Tipos de electroterapia

Los diferentes tipos de corrientes que utilizamos se dividen dependiendo de la forma que se representan (continua o variable), dependiendo de su polaridad si es positiva o negativa (constante o alterna) o dependiendo de la frecuencia. Pero nos referiremos a ella dependiendo de la frecuencia en corrientes de: baja, media o alta frecuencia según el espectro electromagnético.

Dependiendo de la forma:
  • Corriente continua: Corriente Galvánica, dependiendo de la polaridad de la corriente continua ascendente o descendente, el efecto será de excitación o de sedación (fibromialgia) respectivamente. Dentro de la corriente galvánica existe la iontoforesis que consiste en la introducción de una sustancia medicamentosa en el interior del organismo a través de la piel e  incluso el baño galvánico en el que el paciente se sumerge en una bañera con agua. Hay que tener especial cuidado ya que se puede producir quemadura con este tipo de corrientes.
  • Corrientes variables: Pueden ser interrumpidas (fluyen cierto tiempo y después tienen un periodo de pausa), ininterrumpidas ( la corriente fluye constantemente) y combinadas.
Dependiendo de la frecuencia:
  • Corrientes de Baja Frecuencia: Las más conocidas son: Corriente Galvánica, Corrientes de Leduc, Corrientes Ultraexcitantes de Traebert, Corrientes de Lapique, Corrientes de Le Go, Corrientes Farádicas, Corrientes Exponenciales, Corrientes Aperiódicas de Adams, Corrientes de Watewille, Corriente Bifásica el llamado TENS, Corrientes Diadinámicas de Bernard, Magnetoterapia. A grandes rasgos los efectos de este tipo de corrientes de baja frecuencia es analgésico, relajante muscular y descontracturante. El paciente nota una sensación de hormigueo en la zona de aplicación de los electrodos, salvo en la magnetoterapia que entre el solenoide que es una especie de “imán grande” circular y el paciente no se siente nada, se produce un campo magnético dentro del solenoide.
  • Corrientes de Media Frecuencia: el efecto de la corriente llega a mayor profundidad.
  • Corrientes de kotz o Estimulación Rusa: entre sus aplicaciones se encuentra la elongación muscular, potenciación muscular y en el tratamiento de la INCONTINENCIA URINARIA con un electrodo intravaginal o intraanal con muy buenos resultados.
  • Corrientes Interferenciales: se produce analgesia de la zona y la sensación del paciente es de una vibración y hormigueo entre los electrodos.
  • Corrientes de D´Journo: aplicación con finalidad analgésica.
  • Corrientes de Alta Frecuencia: La acción común a todas ellas es la producción de calor en el interior del organismo. Las más conocidas son la Microonda y la Onda Corta.

Electroterapia, efectos secundarios

Cuando se utiliza una corriente eléctrica debemos tener presente que no puede aplicarse este tratamiento en mujeres embarazadas, por las complicaciones que podrían causar al feto. Tampoco es bueno si hay afecciones infecciosas y ciertos trastornos psiquiátricos. En este caso el médico encargado de tratar estos problemas es el que debe decidir si es bueno que la persona pueda someterse a un tratamiento de electroterapia.

No se recomienda llevar esta técnica a personas con afecciones oncológicas, los que llevan marcapasos ni tampoco cuando hay prótesis internas o material de osteosíntesis, es decir, clavos, placas o tornillos. La razón es porque se podrían calentar demasiado y entonces provocar lesiones en el tejido vecino a ellos.

Cuando hay una zona anestesiada tampoco conviene realizarse un tratamiento de electroterapia ni tampoco cuando hay tumores en la zona lesionada.

Otras contraindicaciones de este técnica son las tromboflebitis y varices al poder llegar a darse problemas bastantes graves. Mientras que si hay inflamaciones o infecciones sistémicas agudas, como por ejemplo, la tuberculosis, tampoco se recomienda llevar a cabo este tipo de tratamiento.

Es vital no realizar esta técnica en zonas oculares, ni sobre la zona del corazón, ni en los laterales del cuello, ni en la cabeza. Tampoco cuando hay hemorragias recientes.

En cualquier caso, si tenemos algún tipo de afección o problema visto anteriormente es importante que hablemos con el médico y les planteemos la posibilidad de realizar un tratamiento de electroterapia. Sólo el profesional es la persona indicada para valorar si podemos utilizar esta técnica al menos en un grado inferior. Ante la duda, es mejor descartarlo.

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