Contracturas

¿Qué es una contractura?

Una contractura es la contracción continuada e involuntaria de un músculo y sus fibras, que provocan dolor y una alteración de su funcionamiento habitual. Esto impide que la sangre llegue a las células musculares y se acumulen toxinas, lo que hacen que las terminaciones nerviosas del músculo envíen señales al cerebro, provocando dolor. Puede aparecer cuando se realiza una actividad física inapropiada en intensidad y función, y pueden aparecer mientras se hace ejercicio, una vez acabado, o de forma residual tras haber sufrido una lesión grave.

Las contracturas más frecuentes se dan en la zona cervical y la musculatura de la espalda. No se trata de una lesión grave, pero puede ser molesta a la hora de realizar actividades cotidianas, al encontrarse el músculo en constante tensión.

Contractura

Tipos de contracturas musculares

Dentro de las contracturas musculares se puede distinguir entre las originadas durante el esfuerzo físico o las que aparecen con posterioridad a este, y las residuales, que acompañan a otra lesión.

  • Durante un esfuerzo. Al realizar cualquier ejercicio físico el organismo metaboliza sustancias activas para producir el movimiento. Este proceso origina que esas sustancias activas se transformen en sustancias de desecho o inactivas, los metabolitos. Cuando el esfuerzo es elevado, ya sea por la dureza del ejercicio, o por la falta de entrenamiento, el organismo es incapaz de depurar estos metabolitos a través del torrente sanguíneo, que se acumulan y generar dolor e inflamación.
  • Posterior al esfuerzo. En este caso, la lesión aparece por la incapacidad del músculo de volver a su estado de reposo. En ocasiones, después de un ejercicio intenso en el que el músculo ha sido sometido a una gran carga de trabajo, este se ve incapaz de retomar su estado natural de relajación por la fatiga acumulada.
  • Residuales. Tras una lesión grave (una rotura de fibras, una fractura, un esguince, un fuerte traumatismo), la musculatura adyacente a la zona lesionada tiende a contraerse como mecanismo de protección. Esta contracción con fines protectores, hace que una vez subsanada la lesión principal, esa musculatura contigua quede contracturada. Es lo que se denominaría contractura residual.

Contractura Cervical

La contractura cervical se define como el dolor que se presenta cuando hay una flexión, inclinación y extensión.  El cuello es una zona muy delicada debido a los sistemas ligamentarios, musculares y facetarios que participan para moverse y mantener firme la cabeza.

Los músculos van desde la cabeza y la columna cervical hasta la clavícula, el tórax y otras estructuras, formando un total de 20 pares de músculos que permiten el movimiento. Cuando se produce una contractura cervical se comprimen los vasos que aportan sangre al músculo y el esguince empeora.

Por lo general, los músculos más afectados son el trapecio y el elevador de la escápula. Habitualmente el afectado presenta dolor y dificultad para girar el cuello hacia un lado. En realidad, esta condición es muy frecuente. En ocasiones también hay dolor de cabeza, hombros e inclusive brazos.

Contractura Lumbar

Se trata de un dolor localizado en la parte baja de la espalda que se origina a nivel de la columna vertebral, los músculos, ligamentos o nervios de la zona.

Así cuando un dolor en esa misma región es debido a otros motivos, como por ejemplo un cólico de riñón, no se trata de lumbago o lumbalgia. Es un síntoma muy frecuente, que padecen el 70% de las personas en algún momento de su vida.

La mayoría de los casos se resuelven de forma natural y sólo una pequeña parte (7% de los casos) desarrolla dolor crónico. Pueden ser muchas las causas de la lumbalgia y también es frecuente que no se identifique un motivo concreto . Sin embargo, en la mayoría de los casos hay espasmo y contractura de los músculos de la zona que produce dolor, lo que a su vez aumenta la contractura.

En el lumbago agudo típico el dolor se inicia bruscamente, es intenso, se acompaña de rigidez y en un principio se hace más intenso con el movimiento, pudiendo extenderse a nalgas y parte superior del muslo. La inactividad y mala forma física, los esfuerzos y sobrecargas de la zona lumbar (cargar pesos o esfuerzos físicos en posición forzada), posturas incorrectas y prolongadas (muchas horas sentados, en asientos inadecuados o de pie) y el estrés, ansiedad y depresión aumentan el riesgo de sufrir dolor de espalda.

Vendaje neuromuscular contractura